Manzana: 
La manzana es una fruta pomácea comestible obtenida del manzano doméstico Malus domesticuos. Las manzanas han sido asociadas con el decremento del riesgo de enfermedades crónicas como enfermedades cardiovasculares, cáncer y asma. In vitro, y en estudios animales se ha demostrado que las manzanas tienen una fuerte actividad antioxidante, pueden inhibir la proliferación celular cancerígena, disminuir la oxidación lipídica, disminuyendo el colesterol, explicando de esta forma su rol en la reducción del riesgo de contraer enfermedades crónicas. Las manzanas contienen una gran cantidad de fitoquímicos, muchos de ellos han sido definidos como fuertes antioxidantes y anticancerígenos.

Piña: 
Piña o ananá, es una planta de la familia de las bromeliáceas, nativa de América del Sur. La piña es una excelente fuente de Vitamina C. También contiene buena cantidad de Vitamina A y niveles de betacaroteno. La piña, es rica en Complejo B, vitaminas como folatos, tiamina, piridoxina, riboflavina y minerales como cobre, manganeso y potasio. Contiene bromelina, la cual es una enzima proteolítica que auxilia en la digestión de los alimentos ya que rompe los enlaces peptídicos. Esta enzima contiene propiedades antiinflamatorias, anticancerígenas, anticoagulantes, previene la artritis, indigestión y la proliferación de lombrices gastrointestinales. Puede apoyar en limpiar los conductos bronquiales en aquellos que sufren neumonía o bronquitis.

Miel de abeja: 
La miel es un fluido dulce y viscoso producido por las abejas. La miel contiene antioxidantes y flavonoides que pueden funcionar como agentes antibacteriales. Los fitonutrientes encontrados en la miel han sido relacionados con la prevención de cáncer y por tener propiedades anti cancerígenas. La miel de abeja puede promover un control en el azúcar sanguíneo y aumentar la sensibilidad a la insulina. La miel de abeja es un eficiente agente terapéutico para el tratamiento de úlceras, heridas y quemaduras.