1. Comience cada día con un desayuno equilibrado y saludable que incluya proteínas magras, frutas, verduras y granos enteros.
2. Observe la ingesta de cafeína. Eso significa menos de tres tazas de café por día, e ir fácil en la crema y el azúcar.
3. Traiga su almuerzo todos los días al trabajo, para que pueda controlar lo que come. Prepare estos almuerzos cuando tenga tiempo durante el fin de semana.
4. Incluya más frutas y verduras en su dieta diaria. Pruebe una nueva fruta o verdura cada semana para agregar variedad.
5. Hacer la cena en casa. Prepare comidas antes de tiempo, por lo que no está tentado a pedir comida para llevar.

Vizana, porque me quiere, me cuida 😀