Por la noche, deja remojando 1 taza de frijol de soya con agua purificada, no importa la cantidad de agua, solamente necesitamos que absorba el agua y crezca el frijol. A la mañana siguiente, verás que creció como un frijol normal. Esa agua ya no nos sirve, pero la puedes utilizar para regar las plantitas porque trae bastantes nutrientes. Entonces, escurres el agua y nos quedamos solo con el frijol.

Luego, pones 1 taza de ese frijol ya remojado en la licuadora con 2 tazas de agua. Que quede muy bien molido y luego se pone en una cacerola (de preferencia alta) a fuego alto; cuando veas que empieza a hervir, se baja la temperatura a mínimo y se deja ahí por 30 minutos, de vez en cuando hay que menearlo con una cuchara porque se empieza a elevar, entonces hay que estar al tanto. Después de los 30 minutos se apaga y se deja ahi hasta que se enfríe. Ya frío se cuela encima usando una telita delgada sobre el colador, (hay una llamada “Manta de cielo” y si no puedes usar alguna tela que tengas, solo que sea muy delgada, y tenga pequeños agujeros para que deje pasar la leche). Para colar puedes usar debajo una jarra, o algún recipiente, lo más fácil es que el colador se pueda sujetar solo en la base y asi solo vacíes la leche de la cacerloa sobre el colador con la tela. No es necesario ajustar la tela con ligas, si la tela es amplia da oportunidad para que no se derrame nada y se cuele bien todo.

Al final se aprieta bien la tela para que escurra la leche, el bagazo que queda en la tela, es la OKARA con ella puedes preparar también muchos alimentos, te pasaremos recetas posteriormente.

No queda más que decir, ¡Felicidades! ¡Haz elaborado leche de soya! Ahora disfrútala en tus cereales, licuados, platos de frutas y tus platillos favoritos. Si la tomas sola, puedes endulzarla con un poco de miel de abeja o azúcar morena. Disfruta del poder de la salud.